2016_06_16 Santander, Cicera y Lebeña

La marcha parte de una caseta a la orilla del río Deva (150 m), que está a la derecha de carretera N-621, yendo de La Hermida a Potes, después de pasar una curva cerrada a la izquierda, a unos 4 km de la primera población y cercano al km 160 de esta carretera. Esta construcción, que todo el mundo conoce como refugio de pescadores nunca fue utilizado para este menester y se construyó como fielato, para la recaudación de impuestos hasta principios de los años 60.
Se andan 60 m por la carretera (hacia Potes) y nada más pasar el puente sobre la Riega Cicera se toma un camino que sube (izquierda) por la margen izquierda de esta “agüera”. La senda discurre entre el cauce (izquierda) y las paredes calizas de la derecha, correspondientes a la parte baja del Alto Mesa Sin Pan (974 m). Este barranco, estrecho en sus comienzos se va abriendo a medida que se sube. El camino es ancho, sobre roca, y conduce, en ascenso continuo y sin pérdida, directamente al pueblo de Cicera.
Al principio, el camino, que está empedrado en algunos tramos, discurre próximo al caudal de agua, que tiene multitud cascadas, pero a medida que gana altura se aleja del regato y se interna en un bosque de robles, hayas y castaños. De vez en cuando aparecen, también a la izquierda, pequeños senderos que llevan a la orilla y que sólo se deben seguir si se quiere ver alguno de estos saltos de agua.
Si se vuelve la vista atrás se tendrá una hermosa visión de la garganta abierta por el Cicera. Al oeste (de frente), la pared vertical de las estribaciones del Pico Agero constriñe el curso del río Deva. Por el N (izquierda), el Monte de Santa Catalina limita el río Cicera. A medida que se va subiendo la tierra cambia de color, ya que se transita desde una zona en la que impera la caliza y el encinar, que dominan el desfiladero, a las arcillas rojas con las hayas y los robles que cubren el monte de Santa Catalina.
Antes de entrar en el pueblo de Cicera se encuentra un humilladero y un desvío a la izquierda que no hay que tomar. Al vadear un arroyo ya se divisan las casas de la aldea, cuya entrada está nada más atravesar un puente junto a un antiguo molino, ignorando antes varios desvíos que claramente no conducen a Cicera.
Cicera (485 m) se halla en la parte oriental del municipio de Peñarrubia, al pie de la Sierra de las Cuerres y está atravesada por la riega de Cordanca, dista 5 km de Linares. Su iglesia parroquial fue levantada entre los siglos XVII y XVIII y posee una bella portada de arco en casetones y una capilla interior de complicada nervatura de estrellas y combados. El retablo mayor es una obra del periodo barroco (XVIII), además tiene una interesante serie de retablos ornados con piezas de imaginería popular. Es de destacar en Cicera el bello conjunto rural que conforma este pueblo, con sus antiguas casas de piedra.
Desde la entrada del pueblo, se recorren sus calles en dirección SE hasta llegar al final de su zona alta. En esta parte de la marcha se irá por el PR-S 3 Camino de Arcedón, por lo que se seguirán las marcas blancas y amarillas. El primer tramo de pista discurre entre castaños, nogales y acebos, con la Riega de Cordanca a la izquierda. Enseguida, el camino se aleja del regato y comienza una ascensión en zigzag (en este tramo, se desecharán todos los ramales secundarios, continuando por el camino más marcado), para alcanzar los Invernales de Juntalón (660 m las cabañas de abajo). Es curiosa la disposición de estas cabañas, que, aunque en prados separados, están construidas en grupos de dos en dos (dada la vegetación de las lindes de los prados es difícil apreciarlo si no se está cerca de las cabañas).
Al llegar junto a las primeras cabañas aparece una bifurcación, en la que tendremos que dejar el PR-S 3 para tomar el camino de la izquierda, que sube por los Invernales de Cordanca (unas diseminadas cabañas que se encuentran de 690 a 830 m) en medio de un hayedo. Después de pasar por el segundo invernal (algo difícil de ver por la vegetación) se encuentra un desvío a la derecha (SO) (720 m), que se tomará, para continuar subiendo entre estas cabañas.
Etc, etc ......
Lebeña se encuentra en un ensanchamiento del Desfiladero de La Hermida, antes de entrar en el Valle de Liébana, formado por un hermoso conjunto de prados, viñas, bosques y peñas. Se trata de un circo, cerrado por las esbeltas cumbres del Cueto Agero (NO), Peña La Ventosa (S) y la Mesa Sin Pan (NE). La joya arquitectónica de este municipio es su pequeña iglesia de Santa María de Lebeña (declarada monumento nacional el día 27 de marzo de 1893), que constituye uno de los más bellos testimonios prerrománicos de Cantabria, e indudablemente el mejor conservado y más sobresaliente de estilo mozárabe en España. La iglesia se encuentra situada en una pequeña elevación del terreno, entre viñedos, prados y tierras de labor, separada del núcleo principal del pueblo de Lebeña y cercana al río Deva.